Reconocer la depresión posparto.
Primero ¿Qué es?
La depresión posparto consiste en el desarrollo de un episodio depresivo. Generalmente este se desarrolla durante las primeras cuatro a seis semanas tras el parto, aunque su inicio también puede dar comienzo hasta los seis meses después del parto.
Sus principales características son:
- Sentimientos de tristeza.
- Incapacidad para disfrutar.
- Alteraciones en sueño y apetito
- Falta de concentración.
- Cansancio físico.
- Sentimientos de minusvalía, desesperanza y culpa relacionados con el cuidado del recién nacido.
En ocasiones:
- Ideas de muerte.
- Pensamientos autodestructivos.
- Rechazo al bebé.
Existen factores de riesgo:
- Antecedentes de trastornos afectivos como depresión o ansiedad.
- Sucesos vitales estresantes durante el embarazo; como la ruptura con la pareja, fallecimiento de un familiar cercano, pérdida del trabajo, etc…
- Escaso apoyo social, sobre todo el proporcionado por la pareja.
¿Qué la provoca?
El embarazo, parto y llegada de un hijo implica una época de grandes cambios y sentimientos encontrados para la mujer por muchos motivos.
En primer lugar están las alteraciones físicas y hormonales, que no solo provocan alteraciones de las funciones corporales y el estado de ánimo. En segundo lugar suponen una alteración de la imagen corporal, en ocasiones muy brusca. Y por último, en tercer lugar, aparecen sentimientos de inseguridad con respecto al correcto desarrollo del bebé, así como el temor a no ser una buena madre.
La relación de pareja va a cambiar, ya no van a ser dos, van a ser una familia. Esto va a requerir la adquisición de nuevas responsabilidades lo que implica un proceso de adaptación vital.
El parto es un momento deseado, pero también temido. No solo por el miedo al dolor, también es el momento de conocer a la persona que cambiará nuestras vidas. Comienza el reto de ser madre.
Por todo ello el puerperio es una etapa generalmente difícil y dura para la madre, de la que, desgraciadamente, poco se habla. Y en la que la mujer experimenta un considerable estrés al tener que enfrentarse a toda una serie de cambios vitales.
Durante los primeros días posteriores al nacimiento de un hijo es posible experimentar una emotividad especial, tristeza, llanto, labilidad emocional, irritabilidad…pero estos síntomas suelen desaparecer de forma espontánea en la segunda o tercera semana de cuarentena.
Es cuando estos síntomas se extienden por más tiempo o se agravan cuando empezamos a hablar de la depresión posparto.
¿Qué podemos hacer?
La depresión posparto es un trastorno grave, que ocasiona sufrimiento no solo a la madre, sino que también afecta a la salud del recién nacido. Por lo que su detección y tratamientos tempranos por parte de profesionales de la salud mental son fundamentales para superarla.
La Psicóloga Clínica Gloria Martín Higueras recomienda:
- Buscar el apoyo de la pareja, amigos y familiares. Solicitar y aceptar su ayuda.
- Tener expectativas realistas, sin autoexigirse demasiado.
- Dedicar tiempo al autocuidado, ocio, descanso, deporte…
- Compartir experiencias y sentimientos con otras madres.
- Buscar ayuda profesional, la detección y tratamiento tempranos benefician a la madre y a su bebé.
En Vítalis ofrecemos una ayuda especializada a la familia. Solicite su cita en los teléfonos 952 30 44 77 – 606 753 590.
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