Al fin llega el verano
Teníamos muchas ganas de que llegara el verano: sol, playa, piscinas, picnics, días más largos… ¡Buenos baños de vitamina D! Aunque siempre con protección solar y a horas donde el sol no esté en su máximo apogeo. Pero estas no son las únicas precauciones que debemos tomar frente al calor, durante el verano podemos llegar a sentirnos más cansados, ya que disminuye nuestro rendimiento cognitivo. También puede aparecer insomnio, incluso a muchas personas les aumentan las cefaleas. Pueden aparecer con más frecuencia los calambres musculares, ya que el aumento de la sudoración nos hace perder sales minerales. Y, en especial, hay que tener mucho cuidado con los golpes de calor.
Una correcta hidratación y alimentación nos ayudará a sobrellevar las molestias del calor.
Alimentación para combatir los efectos negativos del calor en verano.
Recomendamos beber aproximadamente litro y medio de agua al día: pueden incluirse zumos, batidos y smoothies caseros, infusiones de té frío, lo ideal es que sean de fabricación propia, evitando en lo posible productos azucarados e industriales. Por ejemplo una buena limonada casera con hierbabuena y azúcar de coco.
Aumentar la ingesta de frutas de temporada como la sandía y el melón, ya que su composición es mayoritariamente agua, pera, plátano por su gran contenido en potasio, melocotón por su aporte de betacarotenos…
Tomar alimentos crudos, tanto en forma de ensaladas, crudité, sopas frías o gazpacho nos mantendrán hidrtados y llenos de vitaminas y minerales. Usar como ingredientes verduras como: apio, pepino, tomate (fruta), rábano, pimientos… Sin olvidar que las ensaladas de legumbres son opciones muy rápidas y apetecibles durante el verano.
Pilar Galacho. Experta universitaria en Micro y Macro Nutrición Celular. Coach Nutricional.
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