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Reforzar nuestro sistema inmunológico a través de la alimentación.

 

Vitaminas y alimentos para nutrir nuestras defensas:

 

1. VITAMINA A.

Su déficit implica una alteración de la inmunidad innata mediada por células y de la secreción
de anticuerpos. Además es esencial para la integridad de las mucosas implicadas en el sistema
defensivo de barrera que evita la entrada de agentes patógenos.
Se encuentra en grasas lácteas, yema de huevo, hígado y carne de animales. Como
provitamina A abunda en la zanahoria, la calabaza, el boniato y el albaricoque.

 

2. VITAMINA C.

Es quizá la vitamina más conocida para incrementar la inmunidad. Es importante en la síntesis
del colágeno que sirve de estructura y soporte de la piel y en elementos implicados en las
barreras físicas de protección del organismo.
Comer a diario al menos cinco raciones entre frutas y hortalizas asegura el aporte adecuado de
vitamina C. Abunda en frutas como el kiwi o los cítricos y en verduras como el pimiento, la col
o el tomate.

 

3. VITAMINA E.

Es un potente antioxidante que actúa protegiendo las membranas biológicas. Así pues,
contrarresta las acciones inmunosupresoras de los radicales libres. Sus principales fuentes
alimentarias son los aceites vegetales de primera presión en frío, en especial el de germen de
trigo, verduras de hoja verde, frutos secos y aguacate.

 

4. VITAMINA D.

Estimula la inmunidad innata con una acción antiinfecciosa que favorece la participación de los
macrófagos en la lucha contra los microorganismos. Se ha descrito un efecto protector de
inhibición de la inmunidad adquirida, beneficioso en enfermedades autoinmunes. Leche, huevos, luz solar directa.

 

5. SETAS

El shiitake, el maitake y el reishi aumentan el número y la actividad de las células inmunitarias.
El champiñón también estimula la inmunidad.

 

6. CRUCÍFERAS.

El brécol, coles de bruselas o coliflor poseen sustancias antioxidantes, como las cumarinas o
lactonas, que fomentan los mecanismos de detoxificación.

 

7. AJO.

La alicina que contiene el ajo una vez cortado o machacado se comporta como un factor
antimicrobiano y estimulante del sistema inmune.

 

8. CÍTRICOS.

La ingesta regular de alimentos ricos en vitamina C estimula la actividad de los linfocitos t,
decisivos en la lucha contra las infecciones.

 

También sería muy interesante reforzar nuestra microbiota intestinal con fermentos y
probióticos.

Pilar R. Galacho
Coach Nutricional