¿Qué es un Trastorno Alimentario y a quién afecta?
El trastorno alimentario es una enfermedad grave de evolución progresiva en la que se establece una relación distorsionada con la comida y con la imagen física personal. Generalmente viene causada por otros problemas psicológicos como la baja autoestima, ansiedad, depresión… y que se ve agravada por la fuerte presión social de encajar en unos cánones de belleza casi inalcanzables.
El trastorno alimentario afecta especialmente a mujeres y se suele desarrollar en la adolescencia. Sin embargo los casos en edades cada vez más tempranas y en el hombre van en un vertiginoso aumento.
El trastorno alimentario no remite espontáneamente, al contrario, por eso es tan importante la colaboración familiar, ya que quién la padece no suele pedir ayuda. Los adolescentes pueden llegar a no ser conscientes de la enfermedad, y esta puede ser muy grave, con consecuencias tanto para su propia salud como la de su descendencia.
El adolescente que desarrolla cualquier tipo de trastorno alimentario (anorexia, bulimia, obesidad, sobrepeso, atracón…) experimenta una alteración afectiva, aislamiento, baja autoestima, baja aceptación personal, culpabilidad, malestar, dificultades en la integración social, ansiedad, depresión, soledad, rechazo…
Tratamiento del Trastorno Alimentario
La mayoría de los tratamientos para estos trastornos están centrados en el asesoramiento nutricional, control de peso y estrategias motivacionales, siendo notable la falta de recursos de apoyo emocional, toma de conciencia (aceptación), y el trabajo con la ansiedad, la tristeza y el vacío de quien padece esta patología.
Es por esto que en Psicólogos Vítalis trabajamos desde un enfoque multidisciplinar, no solo los aspectos conductuales, si no la base emocional que lleva a desarrollar el trastorno alimentario, puesto que para la persona que lo padece, la comida y el cuerpo adquieren un significado especial que les aporta la seguridad y el control que necesitan para poder afrontar otros problemas y el estrés relacionado con las exigencias externas.
Signos de alerta para la familia.
- Excesiva preocupación por el aspecto físico.
- Obsesión por controlar su peso.
- Aislamiento social (familia, amigos).
- Seguir dietas muy restrictivas.
- Alimentación compulsiva y a deshora.
- Uso de laxantes.
- Cambios en su aspecto físico; forma de vestir que oculte una subida o bajada de peso.
- Permanencia prolongada en el aseo tras las comidas, sospecha de inducción al vómito.
- Negarse a comer.
- Esconder comida.
- Cambios en el peso.
- Dolor e irritación de garganta y deterioro del esmalte dental causado por el vómito inducido.
- Altibajos emocionales; de la máxima energía al aletargamiento.
- En las mujeres, retrasos o ausencia de la menstruación.
- Cabello y uñas débiles.
- Dificultades en el desarrollo normal de actividad física.
Laura Rodríguez Hernández psicóloga.
Comentarios recientes