Del recién nacido al adolescente
Cuando un niño nace, tiene en cuanto a persona todo un potencial sano, único y genuino a desarrollar. Por otro lado, el niño, vivirá unas experiencias de relaciones interpersonales e «interdependencias» en diferentes contextos y a lo largo de su historia y desarrollo personal hasta ser un adolescente y más tarde un adulto.
Cuando se bloquea este desarrollo, aparece el sufrimiento y la llamada «enfermedad mental» , en todas sus formas (ansiedad, depresión, fobia, ataques de ira, impulsividad, inestabilidad emocional, intolerancia a la frustración, adicciones, etc.)
En las terapias de grupo para adolescentes se podrán dar experiencias emocionales correctoras/reparadoras de aquellos aprendizajes patológicos ( en sus formas de relacionarse con sus allegados y el mundo en general) que permita a esa «persona en potencia» emerger y desarrollarse. Adquisición de nuevos aprendizajes sanos de relaciones interpersonales.
Se podrán dar:
- Gracias al grupo.
- Nuevas formas de entender las relaciones personales y familiares.
- Desgastar las formas de vincularse patológicas.
- Sanas ( que igual tiene que ver en parte con que haya menos dependencia/fusión en las relaciones y ser más «uno mismo» cuando se relaciona con los demás)
El papel de la Familia
La clave está en que los padres u otros familiares que cumplan la función o rol materno o paterno (que a su vez fueron y son hijos, con todas las implicaciones transgeneracionales) en cuanto a figuras de cuidado y apego desde que uno nace funcionan como soporte físico y emocional del bebé, estableciéndose una relación de interdependencia , obligada, desde el nacimiento (a partir de ahí sucede todo: es el «Big Bang»).
Una vía normal en el desarrollo se podría imaginar como un sostén o andamiaje de cuidados físicos y emocionales desde que el niño nace que, paulatinamente, se va retirando para dejar que ese niño se convierta en persona independiente ( o con una dependencia sana o equilibrada).
Sería algo parecido a lo que se puede ver que ocurre en el resto del mundo animal, que a las crías se las cuida y protege de más a menos hasta que dejan el nido y echan a volar por sí solas (tomando por ejemplo el caso de las aves), para poder relacionarse con otros de su especie y poder formar sus propios nidos y así sucesivamente.
Cuando el desarrollo de los niños y adolescentes no es el ideal
Cuando esto sucede es cuando aparecen los problemas. Puede ocurrir que por exceso, por defecto, o por múltiples causas (desde genéticas a cualquier situación experimentada por el hijo dentro y fuera del seno de la familia), las figuras de cuidado no pudieron cumplir bien con su función.
Aparece entonces un estancamiento, al menos en parte del desarrollo del sujeto, de su potencial, atrapado en una forma de relacionarse patológica con el mundo en general. De esta forma, cuando en el futuro aparecen los problemas , el sufrimiento o la «enfermedad mental», se podría observar cómo aparecen repetidamente formas negativas de reaccionar en estas relaciones interpersonales.
Cuando esto ocurre se puede ver como una forma de llamar la atención y pedir ayuda. De esta forma se puede ver la «enfermedad» y sus síntomas como una oportunidad de cambio de esta situación negativa a otra más positiva. De ahí que a todo miembro del grupo se le ve desde su «potencialidad sana», punto de partida desde donde se podrá trabajar en los grupos para que ese tapón o estancamiento de ese potencial en forma de maraña, que sufrió en un momento dado, pueda ir desenmarañándose y desarrollar nuevos recursos para que, finalmente, esa «potencialidad sana» vaya empezando a ser una realidad.
La terapia de grupo
En los Grupo de Terapia con adolescentes ocurre que aparecen y se trabajan nuevas identificaciones, nuevas formas de respuesta en las interrelaciones; que reparan, sustituyen y van desgastando a las existentes que eran fuente de sufrimiento. Las reacciones «patológicas» van dando lugar a otras más «sanas» o simplemente van desapareciendo para dejar paso al «Sí Mismo» verdadero, que estaba escondido tras las reacciones incontroladas.
Las relaciones de dependencia emocional negativa van dando paso a relaciones de no dependencia o relaciones de dependencia sana/equilibradas. Todo esto será un proceso más o menos lento, como un proceso de desgaste, que ocurre en un grupo donde cada miembro está en una fase diferente del proceso.
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