La depresión. El trastorno depresivo mayor o TDM.
El trastorno depresivo mayor es un problema de salud pública que afecta a más de 350 millones de personas. Ya es el trastorno mental más frecuente en Europa y en España. La depresión constituye un importante problema de salud dada su elevada frecuencia. Según la OMS en el año 2030 será la primera causa de carga de enfermedad a nivel mundial. Esto es en términos de años de vida ajustados por discapacidad. Ya era la cuarta en el año 2002.
Criterio para determinar un trastorno depresivo mayor:
El criterio para determinar un TDM requiere la presencia de, al menos, un episodio depresivo definido por la presencia, prácticamente diaria, durante al menos 15 días de un mínimo de 5 de los siguientes síntomas, incluyendo 2 necesariamente:
- Estado de ánimo deprimido-hipotimia.
- Disminución del interés o placer en cualquier actividad=anhedonia.
- Sentimientos de inutilidad o culpa.
- Fatiga o pérdida de energía=astenia o anergia.
- Problemas de atención/concentración o toma de decisiones. Fallos de memoria.
- Ideas recurrentes de muerte o suicidio.
- Agitación o enlentecimiento motor.
- Aumento o disminución de peso/apetito=hiporexia o hiperexia.
- Insomnio o hipersomnia.
Interferencia de estos síntomas en el funcionamiento cotidiano sin que sean debidos al uso de medicamentos, consumo de drogas, o una condición médica general. Ni asociados a la pérdida de un ser querido ocurrida hace menos de dos meses.
Depresión y suicidio.
La depresión se asocia a un riesgo aumentado de mortalidad prematura, especialmente por causas no naturales. La frecuencia de suicidio en pacientes con depresión severa es más de 18 veces superior a la esperada en la población general.
Son factores de riesgo:
- La enfermedad crónica invalidante.
- El dolor crónico.
Tratamiento.
Los objetivos del tratamiento del TDM son:
- Buscar la remisión clínica completa.
- Disminuir el riesgo de recaídas y recurrencias.
- Recuperación personal-social-laboral.
- Minimizar el riesgo de suicidio.
El objetivo fundamental del tratamiento de la depresión es conseguir la remisión de los síntomas, debido a sus implicaciones para el mejor funcionamiento diario.
Los pacientes que no alcanzan la remisión completa de los síntomas tienen un mayor riesgo de recaídas y recurrencias con todo lo que esto implica.
De este modo, podemos afirmar que cuanto antes se comience el tratamiento se obtendrá una mayor respuesta al mismo y un mejor pronóstico. Ya que las recaídas equivalen a una peor calidad de vida y multiplican por tres el riesgo de suicidio.
La clave está en el diagnóstico y tratamiento precoz, con el fin de mejorar el pronóstico de la enfermedad.
Dra. Marina Maté Moreno. Directora Médica del programa Acude.
Comentarios recientes